El SER Y SUS VACIOS

Desde cualquiera que sea el punto de vista todos agradecen por estar vivos, ¿por qué ese culto a la vida? ¿Por qué ese enquistamiento a algo tan superficial y nimio cómo vivir?

¿Acaso la muerte no es parte de nuestra existencia? El sentido de supervivencia tiene la facultad de enraizarnos en un mundo que sabemos que nos pertenece y, sin embargo, las multitudes se aferran a sobrevivir de tal manera que es un delirio pensar que existe la muerte.

Se agradece por estar vivos por dos razones muy simples: no conoces que es en realidad la vida, todos decimos que estamos vivos, pero no lo estamos, ya lo dijo el poeta muy claramente “nacimos una vez, morimos dos veces” no es una contradicción, es una comparación digna de ser vivida y disfrutada, ¿acaso el tiempo no va debilitando nuestros cuerpos? ¿O el diario paso por este mundo se queda con nuestros bríos? La muerte es una parte esencial de la vida, como la viva cada persona es asunto de cada uno al igual que como muera cada persona es la forma en que quiso morir.

Desde los tiempos más remotos la vida ha sido considerada como un regalo o mejor todavía un acto de misericordia por parte de los dioses, la gran parte de la humanidad piensa que vivir es algo así como tuve la suerte de venir a este mundo. Con el pasar de los años la idea no ha cambia para esa gran parte de la humanidad, es decir, no ha evolucionado en su forma de ver a la vida. Es notable que no todos tenemos buena o mala vida, y es notorio que lo que para unos es bello para otros es un acto de repulsión.

Peor es pensar que la vida que tengo es porque la merezco sea que te guste o no. Existen tantas teorías con respecto a cómo llegamos a este mundo y cuál es nuestra misión aquí. ¿Y que se pude rescatar de todo esto? Todo y nada, lo bueno y lo malo, lo perverso y lo inmaculado, el crimen y el castigo, la enfermedad y la salud, la luz y su contrario. Lo único cierto que tienes es la capacidad de escoger ¿lo has hecho?